Preámbulo del la Declaración de los Derechos Humanos. Hierro y madera.
cm 20*15*50h.
2017.
Colección privada.
Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana;
Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias;
Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión;
Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones;
Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, y se han declarado resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad;
Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en cooperación con la Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades fundamentales del hombre, y
Considerando que una concepción común de estos derechos y libertades es de la mayor importancia para el pleno cumplimiento de dicho compromiso;
LA ASAMBLEA GENERAL proclama la presente DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.
Preamble of the Universal Declaration of Human Rights. Iron and wood.
cm 20*15*50h.
2017.
Private collection.
Considering that freedom, justice and peace in the world are based on the recognition of the intrinsic dignity and equal and inalienable rights of all members of the human family;
Considering that ignorance and contempt for human rights have led to outrageous acts of barbarism for the conscience of humanity, and that the advent of a world in which human beings have been liberated has been proclaimed as the highest aspiration of mankind of fear and misery, enjoy freedom of speech and freedom of belief;
Considering it essential that human rights be protected by a regime of law, so that man is not compelled to the supreme recourse of rebellion against tyranny and oppression;
Considering also essential to promote the development of friendly relations among nations;
Considering that the peoples of the United Nations have reaffirmed in the Charter their faith in the fundamental rights of man, in the dignity and worth of the human person and in the equal rights of men and women, and have declared themselves resolved to promote social progress and to raise the standard of living within a broader concept of freedom;
Considering that the Member States have undertaken to ensure, in cooperation with the United Nations Organization, universal and effective respect for the fundamental rights and freedoms of man, and
Considering that a common conception of these rights and freedoms is of the utmost importance for the full fulfillment of this commitment;
THE GENERAL ASSEMBLY proclaims this UNIVERSAL DECLARATION OF HUMAN RIGHTS as a common ideal by which all peoples and nations must strive, so that both individuals and institutions, constantly inspired by it, promote, through education and education, respect for these rights and freedoms, and ensure, through progressive national and international measures, their universal and effective recognition and application, both among the peoples of the Member States and among those of the territories placed under their jurisdiction.